Extraño, peludo y absolutamente fascinante

Philodendron serpens

Philodendron serpens

Se reconoce al instante por sus tallos y pecíolos cubiertos de pequeños “pelos” verdes. Sus hojas son grandes, intensamente verdes, y pueden superar los 70 cm. Requiere humedad alta, temperaturas entre 22 y 30 °C y soporte para trepar. Su aspecto exótico llama muchísimo la atención en cualquier recorrido botánico

Dato curioso integrado:
Los “pelos” ayudan a la planta a sujetarse mejor a troncos y soportes.

Categoría: aráceas

Ubicación y origen

Selvas tropicales muy húmedas, con lluvias constantes y sombra profunda.

Origen: Ecuador